Dimite jefa de la policía de Nicaragua por ola represiva Crónica.com - Agencias 29 de abril de 2018
Aminta Granera, la ahora exjefa de la Policía Nacional, junto al presidente nicaragüense Daniel Ortega.
Derivado de la muerte de 63 personas, la mayoría estudiantes que se manifestaron durante cinco días contra una reforma al Seguro Social por impoisición del presidente nicaragüense Daniel Ortega, la noche del viernes Aminta Granera, Jefa de la Policía Nacional, presentó su renuncia al cargo, al ser señalada como responsable de la represión policial contra grupos inconformes con el alza de impuestos para el sector salud, reportaron medios locales.
De acuerdo con el periódico local La Prensa, la ahora exjefa de la policía había sido asediada con fuertes críticas por el irresponsable manejo de la crisis y la represión ordenada contra miles de manifestantes que exigen también el fin del régimen de Ortega.
CORRUPCIÓN. Granera se mantenía como jefa de la corporación desde 2006. En sus 12 años al mando de la Policía Nacional ha sido acusada por corrupción, uso excesivo de la fuerza y complicidad en la entrega del control total de la institución a Daniel Ortega.
Investigaciones de medios independientes en Nicaragua revelan que durante su mandato creció su patrimonio; que pasó de vivir en una casa de clase media en Managua, a contar con varias propiedades de lujo en el país.
Granera ascendió dentro de la policía tras la caída del sandinismo en 1990 y no fue hasta 2006 que el entonces presidente Enrique Bolaños la nombró jefa de la policía, cargo que mantuvo con Ortega.
Por otra parte, miles de campesinos iniciaron ayer un viaje hacia Managua con la consigna “¡Que se vaya Daniel!”, en reclamo por las 63 muertes, en su mayoría de estudiantes universitarios, que la población le atribuye a Daniel Ortega.
VÍCTIMAS. Hasta ahora las autoridades habían cifrado en 39 los decesos, pero la Comisión Permanente por los Derechos Humanos (CDPH) elevó la cifra a 63, 15 desaparecidos y más de 160 heridos de bala, de las cuales 9 perdieron 1 de sus ojos y 2 quedaron paralíticas, en 5 días de protestas.
La mayor parte de los campesinos son originarios del sureste de Nicaragua, población que ha sufrido los ataques de grupos de choque del régimen, conocidos como “turbas”, en conjunto con la Policía Nacional, por oponerse a la ley que permite la construcción del canal interoceánico de la firma china HKND Group, en el sur del territorio.
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