Cuba: La era post Raúl. Por Jorge Hernández Fonseca.
El anunciado retiro de Raúl Castro de sus responsabilidades al frente del gobierno de la isla ha sido tratado por los analistas de la política cubana como un simple relevo generacional sin cambios profundos, por razones obvias. Sin embargo, recientemente acaban de incorporarse circunstancias de contexto que tienden a hacer el tema atractivo para el análisis. La visita del jefe del partido comunista del Viet Nam a Cuba para convencer a Raúl de llevar la isla a la economía de mercado es clave para analizar lo que pudiera suceder después del "cambio" en el gobierno.
En primer lugar, Raúl deja para su sucesor –muy probablemente Díaz Canel-- todos los problemas administrativos del gobierno, incluyendo la economía; y es precisamente esa economía lo que el jefe vietnamita fue tratar de resolver en la isla. Creo que Raúl, que quiso implantar en Cuba un esquema como el chino y/o el vietnamita, tuvo antes la oposición de Fidel Castro, pero ahora va a intentar implantar el modelo con Díaz Canel, resguardándose.
Esta maniobra tendría muchas ventajas, la principal es que, cuando las cosas salgan mal, hay a quien culpar en el gobierno, desde el mando supremo del partido. Si las cosas salen bien, como muy probablemente suceda, el partido también capitalizaría el éxito. Claro que el implantar un modelo de economía de mercado en Cuba tiene un costo político y muchos creen que Raúl no quiere pagar ese precio. Siendo Díaz Canel el ejecutor, tendría como mínimo una hoja de parra.
Como razón básica para esta decisión estaría el fracaso socialista en la economía cubana, demostrando que el marxismo no ha funcionado en la economía de ninguno de los muchos países en los que se ha experimentado. Pero más que esto –que es evidente hace varias décadas-- son las circunstancias de contexto que llevarían a Raúl a decidir un modelo de economía de mercado para la isla. Estas circunstancias están asociadas al éxito rotundo que los modelos chino y vietnamita han tenido, por un lado; y por otro, el nuevo papel de XI Jinping, devenido en ideólogo de ese "tipo de socialismo", del cual se ha erigido en el principal "teórico".
No es descabellado imaginar que Jinping quiera llevar todos los países donde gobierna un partido comunista (China, Viet Nam, Corea del Norte y China) a este modelo de "éxito". Así, no es difícil imaginar que el jefe vietnamita fue a la isla cumpliendo una encomienda de Xi, que antes ya habría logrado convencer a Corea del Norte a hacer lo mismo, después que Trump le dé garantías al dictador norcoreano de estabilidad política a cambio de la desnuclearización. La gran pregunta sería, ¿estaría EUA dispuesto a negociar con Raúl un esquema de estabilidad?
Las circunstancias que expongo en este análisis --que evidencian la derrota ideológica del castrismo-- no cabe dudas que son adversas para la inmediata libertad política de Cuba. Esto sin embargo, para nada invalida la necesidad de la lucha de los cubanos dignos por un sistema de libertades irrestrictas en la isla, no sólo en la economía. La sociedad cubana merece, por mérito propio, adherirse al concierto de naciones independientes, libre de todo tipo de dictadura.
La Oposición Política Cubana como Opción de Gobierno. Por Jorge Hernández Fonseca.
El resonante triunfo de los opositores cubanos en la Cumbre de las Américas de Lima, Perú, refuerza la necesidad de que ese éxito se convierta en fuerza para el cambio político en Cuba. El trabajo de los cubanos se vio en este caso secundado por una comprensión internacional del drama que vive la isla, donde se realizará en breve un cambio en la dirección del gobierno sin la participación ni la consulta de su pueblo. Será el arbitrario "dedazo" típico de una dictadura.
Una de las lecciones de lo sucedido en la Cumbre es la importancia de la solidaridad internacional, aliada a la lucha interna. Con una franca disminución de la influencia de la izquierda carnívora en Latinoamérica y un campo democrático en plena expansión, se puede decir que llegó el momento, tanto para la Venezuela oprimida como para la Cuba olvidada.
La oposición política cubana está plagada de una verdadera pléyade de figuras, algunas de las cuales han brillado con luz propia en la Cumbre de Lima. Otras, algo más distantes del cónclave --dentro y fuera de la isla-- se mantienen activas en la lucha por la libertad y la democracia para su pueblo. Sin embargo, la oposición cubana como un todo no se proyecta como una opción de poder a los ojos de los países potencialmente interesados en apoyar el salto democrático.
Cuba se enfrenta hoy a un cambio de gobierno y en la hipótesis de que eso implique una profundización en medidas del área económica para llevarla a una economía de mercado, se comprende la necesidad de estructurar una oposición que se muestre --en toda la línea-- como una opción real de poder, que consiga a guiar la isla por los complejos caminos de un cambio político extraordinario, que conduciría la Patria Cubana a ser una Nación libre y democrática.
El castrismo hace esfuerzos para intentar convocar el capital necesario que necesita para ir a un modelo de economía de mercado. La reciente reunión del embajador de la isla en EUA con capitalistas cubanos en Miami es una muestra de ese intento. Sin embargo, el espectáculo que los partidarios del régimen dieron en la Cumbre de Lima es una muestra de lo atrasado que el régimen cubano está, en lo que a atraer el capital necesario para sus planes económicos respecta. No hay seriedad para que alguien invierta su dinero con una chusma tan insolente.
EUA, como el país más influyente en los asuntos cubanos, una oposición criolla que no se constituya en una opción real de gobierno, siempre estará tentado a resolver "el problema cubano" negociando con la dictadura un estatus de convivencia que garantice dos aspectos básicos para los norteamericanos: un sistema económico y de poder que evite la tan temida estampida balsera; y un gobierno que ofrezca garantías de fortaleza interna ante el narcotráfico que reina en Centroamérica y amenazaría un gobierno post Castro débil, militar y políticamente.
Una organización opositora cubana con capital financiero propio e influencia política grande (dentro de EUA), como la que logró estructurar Jorge Más Canosa en su época, sería ideal para que las fuerzas actuales se nucleen a su alrededor, si de la conformación de un gobierno fuerte se tratara. Eso sumaría de verdad a EUA en el empeño de llevar a Cuba a cauces democráticos y decentes.
jfonseca@amazonet.com.br
Artículos de este autor pueden ser encontrados [AQUÍ] |