HOMENAJE EN ABRIL. Por Manolo Pozo.
Si hubiera tenido un hijo le hubiera puesto Abril, se ajusta a ambos géneros y pertenece a múltiples razones por las que vivo y seré.
Abril, el cuarto mes, le da entrada al tiempo de las flores, y casi cuando acababan sus treinta días del año 1915, nació mi padre Vidal, el mejor hombre de mi historia, nació el 28 y murió el 29 de abril de 1995, así como leen, una invitación para morir en ese mes, en homenaje. En abril sucedió la histórica invasión de los que intentaron liberar a Cuba del terror castro-comunista (Bahia de Cochino/1961). Eso le da una extraordinaria dimensión al mes, lo coloca en intento aunque en relidad es mucho más, fue epopeya de aquella generación que estaba fuera de Cuba, pero adentro en su patriotismo, aquellos cubanos salieron al exilio con la obligación de continuar y regresaron convertidos en la Brigada 2506, armados y dispuestos a todo para reconquistar la patria. Es cierto que esa oportunidad no la tuvimos otros, las leyes cambiaron, aunque muchos en estos tiempos quedan lejos del mejor esfuerzo. Abril es además, anuncio del fracasado comunismo de Fidel Castro, en este mes se originaron las manifestaciones más numerosas que se han dado en los 55 años contra la tiranía. Fue en este tiempo (4/1980), que el pueblo reprimido explotó en La Habana, le quitó la careta al régimen embustero y se derrumbó la mentira que internacionalizó la dictadura...El mundo supo del malestar nacional demostrado con los miles (+10), que entraron en apenas unas horas en la embajada del Perú, huyendo despavoridos del castrismo (récord guinnness).
Los hechos de la embajada dieron lugar a otro récord, el éxodo del Mariel, que no fue exactamente en abril aunque sí se gestó en este mes dada la rabia y bochorno que sufrió el chiflado asesino de Birán, quién en un arranque ególatra retó y vociferó "¡ los que se quieran ir qué se vayan..!" Y se fueron 150 mil cubanos en pocas semanas. Vergüenza universal y descalabro de la infamia castrista... Todo estaba mal en el país, la impagable ayuda soviética se iba por el tragante de la improductividad y las guerras castro-mercenarias en Africa. A estas alturas ya habían ministros, generales y comandantes de la revolución con cuentas millonarias en el mundo...Y nadie escuchaba. Aquellos sucesos de abril y meses contiguos se pueden entender como el plebisito que Fidel nunca hará, ¿qué más conteos y pruebas de rechazo que aquella demostración de malestar al exiliarse 10,000 personas bajo eminentes riesgos, en un espacio muy pequeño para esa cantidad de refugiados? Hombres, mujeres y niños de la capital llegaron inmediatamente después del omnibus que irrumpió violentamente aquel 1ro de abril de 1980. La voz de que el tirano levantó las barreras y los custodios por la negativa del embajador peruano de entregar a los 12 "patriotas locos" que iban en la guagua, se supo hasta en la cárcel donde me encontraba en ese momento, el Típico de la prrivincia de Las Tunas. El berrinche del comandante derrotado hizo libres a cientos de miles de cubanos; los de la embajada, los del éxodo del Mariel y los varios miles que quedaron pendientes en el momento que cerraron las salidas, ¿cuántos hubieran sumado finalmente? Sin dudas mi hijo o hija se hubiera llamado Abril Pozo. En ese mes, el 28 de abril de 1992, fui desterrado de Cuba, directamente desde la prisión del Combinado del Este, a Madrid. Mi padre aún vivía y cumplió 77 años el mismo día en que fui libre.
¡Cuántos abriles me irradian !
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