Osmel Ramírez sigue detenido y su caso sonando Havana Times 12 de noviembre de 2017
Osmel Ramirez Alvarez y una hoja de tabaco
Osmel Ramirez Alvarez, colaborador habitual de Havana Times, fue detenido en la tarde del viernes 10 de noviembre y llevado al centro policial de Mayarí, municipio donde reside el también productor de una cooperativa de tabaco y su familia.
Según informan sus familiares, en la mañana de este sábado Osmel fue trasladado a la ciudad de Holguín, a unos 90 kilómetros de distancia, y actualmente se encuentra allí, en el Centro de Instrucción Policial de la Seguridad del Estado, más conocido por Pedernales. Sus pertenencias fueron confiscadas por no presentar papeles de propiedad.
Varios personas están expresando su indignación por el arresto de Osmel en las redes sociales y otros medios.
En agosto de este año, Osmel, un productor de tabaco, fue amenazado con la cárcel por su trabajo como periodista independiente; su familia también fue acosada.
Lea el artículo sobre su detención inicial y la amenaza que había sido objeto.
Detienen a Colaborador de Havana Times Havana Times 10 de noviembre de 2017
HAVANA TIMES – Hoy en la tarde fue detenido nuestro colaborador de Mayari, Holguín, Osmel Ramírez Alvarez, avisaron familiares.
Los agentes llevaron su computadora, disco duro y otras pertinencias.
En este momento no sabemos en qué instancia de la Policía o Seguridad del Estado está detenido Osmel, ni el motivo de su arresto.
Osmel, productor de una cooperativa agrícola de tabaco, había sufrido en recientes meses amenazas de agentes vestidos de civil que le aconsejaron dejar de escribir sus opiniones.
El 15 de agosto de este año Osmel escribió el siguiente articulo alertando de las amenazas que hoy hicieron efectivo.
Mi respuesta tras una peligrosa amenaza Por Osmel Ramírez Alvarez Havana Times 15 de agosto de 2017
Aplausos si, críticas mejor no: El Presidente Raúl Castro, su primer vicepresidente Miguel Diaz Canel y el numero dos del Partido Comunista, Jose Ramon Machado Ventura
HAVANA TIMES – Todo acto en Cuba a favor del cambio, fuera de los marcos oficiales, es un acto disidente. No importa si eres simpatizante con los métodos violentos de Posada Carriles, con la escuela de Chicago o un socialista demócrata, como quien escribe. El sistema no tiene distinción, todo el que no aplaude es enemigo.
Recibí la primera señal de intimidación por parte de la Seguridad del Estado a través de mi familia, con amenaza de encarcelación. Según ellos, aparentemente no cometo ninguna violación, “pero en lo que hago hay pruebas de mis delitos y me pueden encarcelar”.
Vale resaltar que mi trabajo periodístico y la divulgación en mi comunidad de mis ideas demócratas y reformistas dentro del socialismo me han granjeado simpatías y apoyos. A pesar del trabajo subterráneo de socavo de mi imagen, tildándome de “opositor”, “peligroso” o “contrarrevolucionario”, epítetos muy despectivos en Cuba por la propaganda oficial.
En la cooperativa a la que pertenezco como productor de tabaco, insisten desde hace años para que yo sea el presidente. Pero la ANAP, por orden del Partido o de la Seguridad del Estado lo impide. En 2013 ya era un candidato, tras la propia ANAP haberme convencido, y de pronto se reunieron misteriosamente con dichos organismos y decidieron suspender la votación. Pusieron a una persona poco preparada “provisionalmente”, coaccionando a los campesinos que pedían que fuese yo.
El 17 de diciembre del 2014 correspondió la esperada elección y volví a ser propuesto masivamente. Me costó trabajo negarme. Pero la orden es que no se me permita asumir ningún tipo de liderazgo o responsabilidad en la comunidad. Me quitaron arbitrariamente de la lista, aludiendo que era “opositor”. Sin estar en el listado de candidatos obtuve 6 votos de campesinos que tuvieron la iniciativa de escribir mi nombre y ponerle la x al lado.
Ese día hubiese habido un gran debate sobre esa aberrante actuación, pero casualmente coincidió con el anuncio simultáneo de Obama y Raúl, sobre el restablecimiento de relaciones. Lo más simbólico fue el regreso de los “tres héroes” y aquella noticia transformó el evento en fiesta y dejó de ser propicio para un dilema así.
La cooperativa tiene serios problemas de funcionalidad y las cuentas están muy oscuras, con graves sospechas de corrupción. La ANAP, el PCC y el Gobierno lo saben, pero no se atreven a hacer nada por temor a que tras destapar esos problemas la masa campesina logre imponer mi liderazgo. Algo impensable para ellos. Por eso hacen de todo para mantener la actual situación de desastre.
Impiden, incluso, que los campesinos creen una Comisión de fiscalización para que se revisen sus finanzas colectivas, solo por el hecho de que desean que yo no esté al frente. Peor que eso, ahora temen que como en pasadas elecciones los vecinos me propongan de candidato a delegado del Poder Popular y ya están tratando de que no suceda, pues así lo plantearon en una reunión de “factores revolucionarios”, este fin de semana. Ahora que es plan de la oposición participar en las elecciones.
Tras la amenaza de encarcelación, creí prudente y oportuno enviarle una carta a la primera secretaria del PCC en Mayarí, Estrella Maritza Segura, dejando clara mi posición. Estas son las ideas más importantes:
“Soy un socialista que cree en la democracia directa y en la pluralidad política. El concepto de que un solo partido significa la unidad nacional no lo comparto, ni lo creo socialista. (…) aunque nuestro Gobierno, así como nuestras leyes, se basan en esa creencia unitaria monopartidista…”
“Yo, como muchos más en Cuba, y como la mayoría en el resto del mundo, pienso diferente. Como ciudadano cubano tengo derecho a tener ideas diferentes a las oficiales, a aspirar incluso a que nuestro sistema político sea mejor y funcione mejor. Por desgracia, no existen mecanismos claros y verdaderamente efectivos en nuestras leyes o en nuestro sistema político que permita que se puedan ofrecer nuevas ideas, discutirlas públicamente y llegar a un consenso mayoritario.”
“…no está en mis manos hacer nada, ni en las manos de nuestro pueblo. Según la Constitución solo el PCC y el Parlamento a través de sus Órganos de Poder del Estado, que al final sabemos que son el mismo Partido, porque es el único, solo ellos a ese nivel tienen el poder soberano en Cuba y pueden decidir qué debe ser cambiado y cuándo.”
“Por eso, en espera de tiempos mejores, donde cualquier ciudadano pueda alzar su voz y tratar de dar curso a sus ideas sobre un mejor país sin que ello sea un delito, solo me queda esperar y tratar de ser útil mientras tanto.”
“Mis escritos son expresión de la realidad y en ellos también están mis reflexiones personales (…). Son mis ideas, las escribo y comparto con quien pueda leerlas y debatirlas. Internet es libre y allí nadie veda nada por motivos políticos. Lastimosamente no puedo publicar mis escritos en los medios dentro de la Isla, pues son oficiales y la política actual es muy dominante de esos escenarios comunicacionales que deberían estar al servicio de un debate nacional diverso, crítico y fecundo, no solo apologista.”
“Perdonen si escribiendo los molestos. Es lo mínimo que puedo hacer; renunciar a ello equivale a perder mi dignidad. Tengo derecho a tener ideas, escribirlas y compartirlas. No violo ninguna ley, solo hago uso de uno de mis derechos humanos más elementales, después de mi derecho a la vida.”
“Claro que temo por todo el poder que ustedes tienen y que si quieren pueden encarcelarme injustamente, aplicarme cualquier ley arbitraria y desaparecerme del mapa. De que pueden, pueden. Pero ya ese es un riesgo que debo correr y sinceramente, al igual que Martí, “tengo fe en el mejoramiento humano y en la vida futura”, espero que no cometan esa torpe locura.”
Mi batalla de ideas es a favor de ustedes (…). Porque una Cuba mejor tiene que ser beneficiosa para todos, no para un grupo político exclusivo.”
Muchos creerán que es inútil una misiva así, pero desde mi óptica lo creo fecundo.
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