LOS HÈROES DE HOY Por Rafael Azcuy González 23 de julio de 2016
Siento un profundo respeto por hombres que no miran donde se vive mejor si no de qué lado está el deber, hombres que lo sacrifican todo por defender sus principios, sus ideas, su país, que están por encima de intereses espurios y de ventajas personales, hombres que se juegan la vida y a los que los Castros no pueden acusar –como siempre- de que se venden al oro yanqui, pues de que puede valer el oro cuando no haya vida.
Orlando Zapata, Osvaldo Payá, Coco Fariñas, Laura Pollán, los presos de la Primavera Negra, el Dr. Elías Bisen, verdaderos ejemplos de entre muchos que pudiéramos citar, nombres que inspiran respeto, admiración, son los Céspedes, Agramonte, Maceo y Martí, Mariana Grajales, Bernarda Toro, “Manana” o Amalia Simoni de estos tiempos peores incluso que los que tocó vivir a nuestros patriotas, pues este régimen llevó a la Patria a los peores momentos de la colonización española y como nunca fue entregada a una potencia extranjera (Unión Soviética) que usó a los cubanos como carne de cañón para sus aventuras imperialistas y a nuestro suelo como base militar para disuadir a los Estados Unidos, posibilitando a su vez, la más atroz dictadura policíaca y familiar que haya sufrido nuestra atormentada Isla en toda su historia.
Verdadera indignación he sentido al ver las imágenes de las torturas sufridas por Coco Fariñas ese Guillermón Moncada de hoy que era capáz de cortar con su machete a un soldado español en dos dos de un solo tajo. Verdadero Titán de Bronce de la resistencia pacífica, nuevo Prometeo que ofrece sus entrañas para salvar a su pueblo con más de 20 huelgas de hambre en su haber para llamar la atención del indiferente mundo ante el sufrimiento cubano.
¿Cómo el mundo civilizado puede permitir que a un Premio Zajarov se le atropelle de esta forma brutal e incivilizada?. ¿Cómo el presidente Obama que se reunió con un grupo de disidentes, incluido el Coco, puede callar ante esta salvaje agresión?. ¿Hasta cuándo el gobierno de los Estados Unidos va a permitir que a 90 millas de sus costas se golpeé a un hombre pacífico, desarmado, sin antecedentes penales? .¿Hasta cuándo los Castros van a seguir atormentando a un pueblo noble, vecino de los Estados Unidos?¿Hasta cuándo van a seguir impunes luego de casi 60 años y de asesinar a Osvaldo Payá y acelerar la muerte de Orlando Zapata y de Laura Pollán?.
Ningún hombre digno puede permanecer callado ante tamañas injusticias. Decía nuestro grande Martí que ver en calma un crimen es cometerlo. Cóco no puede morir, su vida nos es muy valiosa para la Patria Nueva que se nos acerca. Sus demandas al chacal Raúl Castro forman parte ya de los documentos para la historia de Cuba.
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