A propósito de Bahía de Cochinos. Por Alberto Gutiérrez Barbero.
Aunque en el año 2010 escribí "A propósito de Bahía de Cochinos" para ser publicado en la página Circulo Naval, aún no ha perdido vigencia:
Muy pronto se cumplirán cincuenta años de la invasión de Bahía de Cochinos por la Brigada 2506.
El mayor esfuerzo de un grupo de exiliados cubanos contra la tiranía castrista con un resultado que contrario a todo lo dicho y escrito no tenía necesariamente porqué haber sido un fracaso rotundo. Los errores en la preparación de esa invasión fueron muchos. Pero la contribución más significante al fiasco fue la duplucidad en Washington. Una cuestión del ser y no ser a que siempre los cubanos hemos sido expuestos en mayor o menor cuantía desde que finalizara lo que se llamó "The Spanish American War". La extensión de la Guerra de Independencia de Cuba en la que España fue definitivamente derrocada, pero que menoscabó la participación mambisa y nos condujo a una pretensión de soberanía con el ultimátum que fue la Enmienda Platt. Todavía muchos españoles interpretando la historia a su manera afirman que perdieron la colonia -lo más significante del desastre del 98- sólo a causa del conflicto con los norteamericanos. Por supuesto no mencionan la componenda del Tratado de París firmado aquel mismo año. Tampoco ni una palabra de la actual presencia neolcolonialista de catalanes, vascos, etc. en territorio cubano "porque es ahora cuando es y no cuando tú decías" No es necesario que analice los pormenores de lo que tuvo lugar en Bahía de Cochinos durante aquellos días en Abril de 1961, ni tampoco lo que ocurrió en el resto de Cuba simultáneamente ya que es de amplio conocimiento público. Pero me gustaría que resucitaran a Guderian, Rommel, Patton o cualquier otro táctico de renombre. Quizás el resucitado explicaría que de haber tenido el muy reducido contingente invasor el control del cielo en la Ciénaga de Zapata, y particularmente sobre las vías de acceso al sector que ocuparon, los castristas no hubieran prevalecido a pesar de la superioridad en hombres, cañones y tanques. O como decía Cantinflas "¡Ahí está el detalle!" Sin dudas a pesar de todo la Brigada 2506, incluyendo sus B-26 sin artilleria de cola y volando en condiciones extremas, se condujo a la altura de las circunstancias. Pero ellos sin saberlo habían sido enviados por el organillero a una pelea de león a mono amarrado. Al mismo tiempo junto al juego de ping pong verbal entre la Casa Blanca y la CIA, salió a relucir el que dirán y hasta se recordó el potencial peligro de las tropas rusas que acechaban el Berlín Occidental. Al parecer Arleigh Burke, con la mentalidad lógica de un capacitado oficial naval, contrario a los patrañeros se pronunció enérgicamente a favor de apoyar a los invasores, aunque John Kennedy rechazó esa posibilidad. Poco importaba que Angel Ciutah y otros militares soviéticos/ españoles campearan por su respeto ya en Cuba sobrecargada de influencia rusa,y que en resumen el mundo disfrustara de aquello como un derrota del imperialismo yanqui. Es espantoso mirar hacia atrás considerando cuantas vidas y dólares se hubieran ahorrado desde entonces en las cuatro esquinas del mundo de haberse tomado en Washington el toro por los cuernos. Pero obviamente ese no era el plan de quienes sospecho convirtieron a Herbert Matthews en el "gurú" del castrismo en 1957. ¡Qué casualidad! Ningún otro reportero podía hacer el trabajo. No es por gusto que el falso campeón de la democracia Franklin Delano Roosevelt años antes dijera que en política no había casualidades. Pienso también que aquellos fueron los mismos turbios intereses norteamericanos que luego de haber apoyado por años la ilegalidad de Fulgencio Batista, un mal día se inclinaron hacia quien inauguró las décadas de la opresión y miseria total en Cuba. ¿Es que acaso ellos y determinados cubanos no poseían suficiente información como para haberlo rechazado de plano? El acto de comedia en Bahía de Cochinos sin relación a la divina de Dante Alighieri, trágico, y con ribetes perversos como el caso de los brigadistas prisioneros que murieon asfixiados en el camión rastra que los conducía a La Habana, me puso a pensar sobre quienes profesaban ser nuestros aliados en contra del ya establecido tirano cubano. Fue al año siguiente cuando concluí que en Washington no siempre dos más dos sumaban cuatro. También que el resultado de la suma dependía del trapicheo de los intereses ya mencionados y de lo que se exponía para consumo público. Me consta por ejemplo que para Agosto de 1962 funcionarios norteamericanos de menor categoría tenían cierto conocimiento de la subrepticia transferencia de instalaciones para cohetes de alcance medio y bombardero rusos a Cuba. ¿No estaban informados otros funcionarios en esferas más altas? Curiosamente tuvieron que pasar dos meses para que se reactivara el teatro con lo que se llamó La Crisis de Octubre y por la que aún se afirma estuvimos al borde de conflicto nuclear. La historia, no obstante, había demostrado que La Unión Soviética con gran habilidad para la subversión mundial, las guerras "proxy" o por poder, y el resto de lo torcido que defendía con incesante propaganda, no se arriesgaba fuera de su esfera de influencia al punto de apostar sobre todo lo ya ganado. Y mucho menos por un vesánico advenedizo. Por otra parte a pesar del alarde de "Che" Guevara -Nos respalda el poder militar más grande de la historia- El Kremlin sabía que en Washington había pleno conocimiento de la inferioridad rusa en cohetes intercontinentales y que fácilmente a las múltiples ojivas norteamericanas se les podía escribir el nombre de todas las ciudades desde Leningrado hasta Vladivostok. También de acuerdo a sus memorias, Nikita Khrushchev asistió al Teatro Bolshoi de Moscú en medio de la crisis con la intención que se interpretara en Washington como un gesto hacia la normalidad y que indicara su deseo de no continuar la confrontación. Solamente Carlos Franqui en su libro "Retrato de Familia" llegó a definir que el tirano cubano si buscaba una lluvia atómica de rayos y centellas, pero por supuesto hoy no se menciona en las hipócritas reflexiones que se le atribuyen al "abuelito omnisciente" De un tiempo para acá en sectores del Exilio Cubano se compara la apremiante realidad frente a nuestras narices con el Pacto del Zanjón. Sin embargo yo no encuentro que los manejos de John Kennedy y Nikita Khruschev que redujeron la tensión coheteril a nada, también se asemejan al desafortunado pacto de 1878. Aunque el olvido de lo pasado que proclamara Arsenio Martínez Campos se copió en Washington con el compromiso de no molestar al tirano cubano ni con el pétalo de una rosa. Algo que se ha mantenido religiosamente a pesar de que hubo sainetillos momentáneos como la Operación Moogoose o Mangosta. Sin otras opciones entre nosotros todavía muchos continuaron muy "confiados" en el respaldo norteamericano que paulatinamente llegó a su fin después del magnicidio por ¿Lee Harvey Oswald? Paralela a la hecatombe nacional que ya conducía a todo tren, a partir de entonces y como nunca antes el tirano cubano tuvo una especie de carta blanca para actos de terrorismo, refugio a delicuentes extranjeros, soporte a movimientos de "liberación" y la práctica del internacionalismo en su faceta más terrible. Curiosamente luego de la inútil intervención norteamericana en Vietnam, las tropas cubanas en Angola pasaron a ser custodios de los pozos petroleros en Angola reconfirmando que muchas veces el podrido oportunismo y otras "amenidades" prevalecían por encima de "comunistas" y "anticomunistas", sin que fuera obstáculo alguno lo que se originaba a 90 millas de la Florida en el creciente centro operacional de drogas del Caribe. No obstante La Unión Soviética con los días contados- quizás calculados como los días para la contrarrevolución bolchevique en Octubre de 1917 luego que Lev Davidovich Bronstein alias Leon Trotsky recibiera el millonario subsidio en Nueva York -pagaba el despilfarro que emanaba de La Habana. Un despilfarro que en lo financiero no afectaba al tirano cubano. Todo lo contrario y parte de las razones por las cuales la revista norteamericana "Forbes" llegaría a incluirlo entre los hombres más ricos del mundo. Por eso él no evitaba que el oprimido pueblo cubano continuara en picada hacia el período especial decretado en 1991, y que contrario a lo dicho no ha concluído, a juzgar por las espeluzantes noticias que recibo constantemente de Cuba. Al concluir expreso mi satisfacción pues observo que ante la amenaza de una nueva versión del Tratado de Paris, cada día más exiliados cubanos muestran una preocupación por los Bilderbergers, el Concilio de Relaciones Exteriores (CFR), la Comisión Trilateral, el Opus Dei. la Orden de los Iluminados y el resto de la comparsa bailando al son del globalismo. El saber es poder y necesitamos saber de ellos todo lo posible si deseamos que Cuba algún dia libre de tiranía y con los errores rectificados, sea más que nunca La Perla de las Antillas.
Cordialmente, albertogutierrezbarbero@comcast.net
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