Cooperar con la investigación policial Bárbara Viera Rodríguez Revista Nacán no 21 - Septiembre de 2014
A José Francisco, mi hijo de 14 años, le encanta ver los programas de la serie policial cubana “Tras la Huella”. En eso arrastra a su hermano Pedro Rafael, 12 años de edad, y a veces hasta a su papá y a mí. En varios de los capítulos que ofreció la televisión cubana en el pasado verano, los dos adolescentes comentaron que los policías prometieron a los delincuentes que si cooperaban en la investigación, saldrían bien en el juicio, y al final no fue así. Pedro Rafael, el menor de los dos, siempre ha sido el cómico de la casa, y para molestar al hermano repetía: «se sanciona al acusado a VEINTE AÑOS de privación de libertad». Y cuando llegaba el momento en que el elocuente locutor decía la sanción del acusado que cooperó, decía: «¡TOMA VIEJO!»
En varias ocasiones al finalizar el programa, se formó un debate familiar sobre el tema. Déjenme aclararles que todos en nuestro hogar somos Católicos Practicantes, y el evangelio repite: «La Verdad los hará libres». Pero a la vez, todos en nuestro hogar somos anticomunistas y anticastristas de confesión abierta. Por esa razón, los adultos recibimos acoso, persecución y hostigamiento por parte de las fuerzas de Seguridad del Estado, policía política de los Castro y los niños no se han quedado detrás.
Aquí viene el meollo: hay que decir la verdad, les digo a los menores, pero Cristo dijo también, que sean mansos como palomas y astutos como serpientes. Lo primero es que nunca los hombres honrados se involucran en delitos comunes, y si por alguna razón cualquiera de los de mi casa somos interrogados por delitos políticos, no cooperamos en nada con los investigadores.
Nótese que NO les digo a mis hijos que digan mentira, les oriento que no conversen nada con los interrogadores de la Policía Política. Es que nuestro caso es muy diferente a un acusado por delitos comunes, les aclaro, nosotros no somos arrestados por hacer daño a nadie, somos opositores no-violentos que buscamos la libertad para el pueblo de Cuba.
Nuestro caso particular es casi único. Los investigadores son los que mienten y mienten…, para condenar inocentes y perpetuar en el poder a los delincuentes hermanos Fidel y Raúl Castro. Éstos son los que debieran estar en el banquillo de los acusados por tener a la población cubana inmersa en el terror para enriquecer más su arca familiar.
En el juego de El Dilema del Prisionero esta no sería una solución, sería decir – no juego. Pues este famoso juego se basa en confesar o negar. Y nuestra solución familiar es NO tengo nada que hablar con ustedes. La enunciación clásica del dilema del prisionero es: La policía arresta a dos sospechosos. No hay pruebas suficientes para condenarlos y, tras haberlos separado, los visita a cada uno y les ofrece el mismo trato. Si uno confiesa y su cómplice no, el cómplice será condenado a la pena total, diez años, y el primero será liberado. Si uno calla y el cómplice confiesa, el primero recibirá esa pena y será el cómplice quien salga libre. Si ambos confiesan, ambos serán condenados a seis años. Si ambos lo niegan, todo lo que podrán hacer será encerrarlos durante seis meses por un cargo menor.
Lo que puede resumirse como: ¿Cooperarán dos prisioneros para minimizar la pérdida total de libertad o uno de ellos, confiando en la cooperación del otro, lo traicionará para quedar en libertad? http://www.prisoners-dilemma.com/
Por eso es que dije que los opositores no-violentos cubanos no jugamos al Juego de El Dilema del Prisionero. NO TENGO NADA QUE DECIR. Con esto cortamos cualquier tipo de manipulación que pretenda hacer el instructor penal. Por lo demás le pido a Dios diariamente que nunca tenga un hijo detenido ni acusado de nada. Pero para eso ni mi esposo ni yo nunca nos involucramos en ilegalidades, y eso que vivimos en un país donde los mismos gobernantes reconocen que la mayoría de la población tiene que robar para subsistir.
Particularmente prefiero ver los capítulos de la serie Crime Scene Investigation (CSI). Me siento identificada con el inteligente y flexible Gil Grissom, pero no con el intolerante abusador Oficial Silvio de “Tras la Huella”.
Bárbara VIERA Rodríguez. Fue maestra de la Escuela para niños con trastorno en la conducta del Municipio de Cabaiguán. En los años 90 Fundó junto al Sacerdote Valenciano Jesús Belda Más los proyectos de Caritas en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en su localidad. Allí también fue catequista, misionera, animadora de los talleres de virtudes y valores y animadora del grupo de jóvenes de la parroquia. Vivió con Las Hermanas Franciscanas de la Purísima Concepción en Placetas, donde hizo su Aspirantado para entrar a la referida Orden Religiosa. Comenzó en la oposición no violenta, en el año 2005, con la Asociación de Balseros y Derechos Humanos “Paz, Democracia y Libertad”. Secretaria Ejecutiva de la Unión Cívica Espirituana, adjunta a la UNPACU, Periodista Independiente, Directora-Fundadora de la Agencia de Prensa Vuelta Arriba Press, Nació en el Escambray Fomentense y reside en Cabaiguán, provincia de Sancti Spíritus.
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