María Corina: No hay elementos para culparme de delito alguno Diario las Américas 16 de junio de 2014
Foto: Twitter Andreita Isabel
Tras salir de un interrogatorio que se extendió durante ocho horas, la exdiputada a la Asamblea Nacional manifestó que no fue citada nuevamente a declarar
“No hay elementos para culparme de delito alguno”, aseveró la exdiputada a la Asamblea Nacional (AN), María Corina Machado a su salida del Ministerio Público, donde compareció por más de ocho horas como testigo ante el caso del presunto plan de magnicidio contra el presidente de la República, Nicolás Maduro.
“La justicia está sometida y de rodillas al régimen que quiere doblegar a la oposición, pero la crisis que atraviesa Venezuela tiene salida y depende de cada quien. Pasa por actuar con firmeza, no bajar la cabeza y soñar con un país con oportunidades, donde a la gente no le de miedo acercarse a tribunal, pues las instituciones estén a su servicio”, manifestó.
Sobre su caso, señaló que “evidentemente” es objeto de investigación, pues todas sus comunicaciones están infiltradas por los cuerpos de inteligencia.
Por ello, cuando llegó solicitó tener derecho a la defensa y acceso al expediente. Sin embargo, le fue negado, pues declaró en condición de testigo.
Machado no reveló detalles de su extensa declaración, pero comentó que asistió a la cita de la Fiscalía General de la República, “consciente del riesgo que representa, porque vamos a luchar hasta a vencer, hasta conquistar la democracia”.
Indicó que el ambiente fue respetuoso y que estuvo sola en todo momento y sin poder comer, tras lo cual se dirigió a su oficina para discutir con sus abogados lo hablado durante las ocho horas.
En contexto El caso a Machado fue denunciado por el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, quien mostró una serie de correos electrónicos en los que se menciona al exgobernador de Carabobo, Henrique Salas Romer; el exembajador ante la ONU, Diego Arria; el abogado Ricardo Koesling, y exasesor de Pdvsa, Pedro Mario Burelli; los últimos tres solicitados por la justicia tras negarse a asistir a sus respectivas citaciones.
En los mensajes atribuidos a la dirigente política, Machado comentaba que había llegado la hora de acumular esfuerzos y obtener “el financiamiento para aniquilar al presidente Nicolás Maduro”. En uno de los presuntos correos era mencionado también Kevin Whitaker, embajador de Estados Unidos en Colombia.
Esta semana, Machado confirmó que la dirección de correo electrónica presentada le pertenece, pero el material escrito es falso, pues ella no busca el golpe de Estado, ni el magnicidio, sino la renuncia del mandatario.
Más temprano, Machado denunció que la citación del Gobierno era un “ensañamiento” para callarla, pues este año le fue allanada su inmunidad y su investidura parlamentaria, después de participar en una sesión de la Organización de Estados Americanos como parte de la representación de Panamá, y las nuevas acciones se orientan a “aniquilarme moral y físicamente”.
Solicitud Por ello, la exdiputada solicitó la “protección” a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), pues considera que el Gobierno ha violado su derecho a la participación política.
"He denunciado cómo unos están violando mi derecho a la participación política (...), por eso hemos presentado una petición" ante la CIDH "en la cual estoy solicitando: uno, protección y dos, la reivindicación de estos derechos", dijo Machado a periodistas frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas.
Machado fue despojada de su investidura como diputada, y de la inmunidad que le otorgaba, después de que intentara participar en una sesión de la OEA como parte de la representación de Panamá para denunciar la situación de vulneración de los derechos humanos que, dice, vive su país.
Venezuela denunció a la Convención Interamericana de Derechos Humanos, efectiva desde el pasado 10 de septiembre y lo que le ha permitido escapar a la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), pero no de la CIDH, dado que ésta tiene su fundamento en la Carta de la OEA.
Este país vive desde el pasado 12 de febrero protestas antigubernamentales, que en las últimas fechas se han desinflado, que en ocasiones se han vuelto violentas y que dejan a día de hoy un saldo de 42 muertos, cerca de 800 heridos y cientos de detenidos.
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