1 de junio de 2013

“Contemplar un crimen en silencio es cometerlo”  José Martí

Tendría yo unos 14 años cuando conocí a Eduardo en mi pueblo natal Caibarién, de la costa norte de Las Villas. Un joven respetuoso, admirado y querido por todos. Luego, tras la debacle que ocurrió en Cuba, mis padres me enviaron a esta gran nación y residiendo en Union City escuchaba hablar de él. Un sencillo y honesto trabajador del Puerto de Newark, NJ, donde fue, y sigue siendo recordado por su gran entereza y patriotismo.

La condena dada bajo la fiscalía de Rudolph Giuliani fue tremendamente desmedida. Eduardo, con excepcional firmeza de hombre digno dijo: “Sr. Juez, sobre mis rodillas descansa la dignidad de un pueblo esclavo. ¡Cumpla UD con su deber que yo cumplí con el mío! ¡Todos callaron! Aquel hombre con gran valentía prefirió callar que faltarle a su Patria… Y el juez lo condenó a cadena perpetua.  

Y al cabo de los años, en que los cubanos hemos realizado muchas marchas, peticiones de perdón a los distintos presidentes, y todos absolutamente todos, han engañando a nuestro pueblo, a Eduardo Arocena y a su familia, además de sufrir inimaginables vejaciones en cárceles norteamericanas lejos, muy lejos de sus familiares.

Eduardo Arocena no ha podido ver a su madre enferma por más de 20 años. El pasado invierno, Miriam y su hija viajaron bajo la nieve a un lugar para ellas desconocido y les negaron  la verdad. Tras gestiones de un abogado y líderes de la comunidad les informaron que estaba recluido en un hospital encadenado a la cama como un criminal.

Mientras todo esto sucede con Eduardo Arocena, que ha tenido una conducta intachable durante todos los años en prisión, se le da la libertad a los Macheteros de Puerto Rico, enemigos acérrimos de este país. Los cinco espías cubanos viven como reyes, incluso a uno bajo libertad condicional le han dado completa libertad. Y vuelvo a preguntar: ¿Quiénes ESTAN DETRÁS DE LA INJUSTA CONDENA CONTRA EDUARDO AROCENA?

Es hora ya que la comunidad cubana se una en un solo haz para reclamar al presidente Obama el perdón para este hombre cuyo único delito ha sido amar, defender y honrar a su Patria.

¡CUBANOS RECLAMEMOS DIA TRAS DIA LA LIBERTAD DE EDUARDO AROCENA!

Nota de Héctor Lemagne Sandó:. : El compatriota y colega Félix Paret me autorizo a corregir, agregar o quitar algo de este escrito. Por una cuestión de ética, respeto y más no lo hago porque todo está dicho. Esto me hizo llorar. Me hizo llorar porque mucho se ha podido hacer por Eduardo y no se ha hecho. Me hizo llorar porque durante la presidencia de Bush los congresistas y senadores cubanoamericanos debían haber pedido una audiencia para tratar, exclusivamente, el caso de Arocena.  (El caso Arocena no se resuelve con carticas, emails, o llamadas telefónicas)  Me hizo llorar por la impotencia que como cubano uno siente al tener las manos atadas de este modo. Particularmente creo que debemos exigir, como cubanos la libertad de Eduardo Arocena. HLS:.

“O algo estamos haciendo mal, o algo estamos dejando de hacer, o algo estamos dejando de sentir. Por eso Cuba aún no es libre." 

"Nunca es suficiente lo que hagamos por la libertad de Cuba mientras siga sojuzgada, oprimida y esclava”

"Pero Cuba Será Libre Anyway"   

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