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"Los K-tufos". Por Leandro Fleischer.

"Los K-tufos". Por Leandro Fleischer.  web/folder.asp?folderID=136


Los K-tufos.
Por Leandro Fleischer.

Había una vez una aldea llamada Argentolandia donde vivían muchos muchos argentufos. La mayoría de ellos, eligió a unos líderes llamados K-tufos para que pudieran organizar la aldea y éstos lo hacían de una forma muy particular.

Katufina, una ancianita terca a la que todos los K-tufos respetaban y aplaudían, sin importar lo que ella dijera, era la que lideraba esta aldea. Ella daba las órdenes, las cuales debían cumplirse sin hacer preguntas, porque a Katufina no le gustaba mucho dialogar y se ponía un tanto nerviosa cuando decían algo que no le agradaba. Era una viejita un poquito caprichosa y mandona.

Un día, Katufina fue criticada por un argentufo que vendía casitas en la aldea y entonces ella llamó al K-tufo Esquilador, Ricardito, quien se encargaba de recolectar  la cosecha de los aldeanos sin su consentimiento para mantener el modelo K-tufo.
K: - Hola esquilador
R: - Mande jefa.
K: - Necesito que vayas a esquilar al argentufo parlanchín.
R: - Sí jefa.

El K-tufo esquilador, quien se encontraba en su lujosa casa en otra aldea, envió a sus compañeros a investigar y quedarse con la cosecha del irrespetuoso argentufo.

Mientras tanto, el K-tufo Gruñón, Guillermito , se encontraba en una tienda insultando y amenazando a su dueño, porque él se portaba muy muy mal, ya que subía los precios sin su autorización. Porque en Argentolandia, nadie puede comprar o vender sin pedirle permiso a Guillermito. De pronto, un llamado interrumpe los regaños. Era Katufina:

G: - Mande jefa
K: - ¿Dónde estás Gruñón?
G: - Estoy retando a un argentufo rebeldón que quiere hacer algo sin mi permiso.
K: - No seas tonto. Ya te pareces a K-tufo Tontín, Hernansito. Tienes que ir a lo del malvado Jorgito “Gargamel” Lanatita . Nos ha descubierto las bóvedas, los bolsos y todo lo demás.
G: - Muy bien.

K-tufo Gruñón se dirigió hacia allí, donde trabajaba Jorgito, con K-tufo Fanfarrón, Axelito , quien era tan arrogante que creía saber más de economía que la economía misma. Guillermito gritaba mucho mientras Axelito lamía una lapicera . Ambos se fueron enfurecidos, pero planearon volver a clausurar ese malicioso lugar.

Más tarde, K-tufo Fanfarrón, Axelito se despidió de Gruñón, Guillermito, porque el K-tufo Tontín, Hernansito , quien debía ocuparse de las finanzas, pero su capacidad limitada le impedía ocuparse de cualquier cosa; andaba por ahí hablando con gente y su intelecto reducido iba a conocerse.

Pero K-tufo Fanfarrón llegó demasiado tarde. K-tufo Tontín ya estaba habando con una reportera de otra aldea, a quien le llamaba la atención los problemas que había en la aldea Argentufa:

R: - Hernansito ¿Cómo te va?
H: - Eeeeh, esteeee, bueno, es una pre… eeeh… pregunta… mmmm, …. Difícil.
R: - ¿Qué pregunta?
H: - Eeeeeh, no es… mmm… eeeeeh, fácil… esteee…
R: - No entiendo Hernansito ¿Qué no es fácil?
H: - Mmmm, mirá… eeeeh…….. Me quiero ir .

Katufina, quien se enteró de la entrevista, estalló nuevamente y se reunió con sus amigos encargados de la prensa, los K-tufos Reporteros: Cristobalito , Dieguito  y muchos otros.

K: - Estoy harta. Entre Hernansito que no puede decir dos palabras seguidas, la K-tufa Torpe, Marita Josecita, que quiere pintar a las K-tufas de rosa porque dice que el azul es un color machista  y todas estas denuncias sobre el oro que nos llevamos de los aldeanos, necesitamos cambiar la imagen.
C: - ¿Qué quiere que hagamos jefa?
K: - No sé, ¿Para qué les pago a ustedes y a todos los que trabajan para ustedes? Hablen de lo que quieran: la ocupación de nuestra isla, deportes, lo que sea. Llamen a los K-tufos Músicos, Leonsito , Ignacito  y Fitito  para que hagan un concierto por alguna linda causa o a K-tufo Poeta, Orlandito , a K-tufo Filósofo, Josecito  y a todos los K-tufos Pensadores de Cartita Abierta  para que me defiendan. ¡No me merezco esto!
D: - Muy bien jefa. Pero, usted sabe, ellos van a reclamar su pago.
K: - Tengo todo el dinero que me trajo el K-tufo Esquilador Ricardito tras esquilar a los aldeanos, me apropiaré de sus ahorros  y si todavía falta, siempre puedo firmar más papelitos de colores. Lo de siempre chicos ¿No entienden cómo funciona el modelo todavía? ¡Están muy out!
C: - Perfecto jefa, pondremos manos a la obra.

Mientras tanto, a K-tufo Feliz, Amadito , quien era el segundo líder de la aldea, lo descubrieron robando y se comunicó con Katufina:
A: - Jefa –dijo sonriendo-, me descubrieron robando otra vez.
K: - ¡Ay Amadito! Tú siempre haciendo de las tuyas. Tienes que hacerlo con un poco más de disimulo. No te preocupes lindo, beautiful, vamos a expropiar todo lo que hurtaste y el K-tufo Vanidoso, el juez Norbertito, te va a ayudar. ¡I love you!
A: - Gracias jefa –dijo riendo-. Nos vemos más tarde en el Centro Maderito .

Si bien la charla con Amadito la calmó un poco, Katufina no puede estar tranquila por mucho tiempo y se reunió con Guillermito, Axelito y Ricardito. A Hernansito prefirió darle vacaciones.
K: - Boys, ¿Cómo andan los precios?
G: - No todos respetan lo que les decimos jefa. Necesitamos más gente.
K: - Pero para eso contamos con los K-tufos Juerguistas de La K-mporita . Si no hacen nada nunca. Si ya les pagamos para que nos aplaudan y bailen en nuestros actos y para que ocupen puestos en todo lo que expropiamos y en las oficinas públicas de la aldea, que hagan algo más importante por el modelo.
A: - Me parece una excelente idea jefa. Hay que darles una lección a esos comerciantes inescrupulosos. Y si deciden cerrar, les expropiamos todo y listo.
K: - Very good. Ricardito: Sigue por favor reteniendo las monedas de las demás aldeas que valen mucho más que las nuestras . Los aldeanos no quieren dejarlas aquí y tendremos que tomar medidas.
R: - Sí jefa. No me olvido de nuestro lema: “su plata es la nuestra”. Ya puse manos a la obra.

Un día, Katufina decidió ir a pasear por el sur de la aldea. Allí se encontró con K-tufo Tímido, Lazarito  y hablaron sobre los problemas que les produjo Jorgito Gargamel Lanatita:

K: - Lazarito, parece que descubrieron todo el oro que te dimos en los bolsos, las bóvedas y demás. Necesitamos hacer algo al respecto. Sé que tú no sueles hablar con los reporteros y hasta hoy casi nadie te conocía, pero tienes que hacer algo.
L: - Es cierto, K-tufo Cartero, Leonardito y K-tufo Financista, Federiquito, han contado todo . Voy a demandar a ellos y a los reporteros metiches.
K: - Bien. Yo me encargaré de que nuestros amigos jueces de la aldea se ocupen y vamos a cambiar a los jueces rebeldones  muy pronto e intentaremos asustar a los que nos acusan.
L: - Gracias jefa. A usted le debo todo lo que tengo.
K: - You are welcome Lazarito. Continúa por favor desarmando bóvedas y llevando el oro a otro lado. No te preocupes. Ya podrás blanquear  todo y todo seguirá su camino.
L: - Muy bien jefa. Gracias de nuevo. Con usted aquí, no extraño tanto a Papá K-tufo Néstor.

Y así continúa la vida en Argentolandia. Con precios que suben, cosecha que se reduce, oro que se desvaloriza, amigos de Katufina que se enriquecen, reporteros y jueces perseguidos y comerciantes amedrentados. El final queda abierto ¿Será feliz?



          leandrofleischer@yahoo.com.ar 

 

 

 

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