NI INDUSTRIALES, NI DESERTORES: LO QUE IMPORTA ES EL CASH. Por Iliana Curra.
La pelota cubana levanta pasiones, y basado en ese sentimiento innato deportivo del cubano, un comerciante barato intenta traer a Miami y a Tampa, a los ya viejos peloteros del equipo habanero Industriales. Nada, nostalgia barata amparada por muchas ganancias y, sobre todo, una manera de intentar penetrar en la capital del exilio a agenticos, chivatones, viejos que no sólo arrastran el bate, sino también los pies. Pero nada, lo que importa es el cash.
Y no es que sea nuevo todo este ajetreo de eventos de intercambios culturales y deportivos. Gracias al presidente Barack Hussein Obama, Miami se llena de agencias de viajes y paquetes a Cuba, no por sentimientos filiales, ni mucho menos, sino por los efectos de ganancias sustanciales que, a la larga, es parte de un negocio redondo con la tiranía, jugando además, con los sentimientos familiares, porque obviamente ayudar a quien dejas en la miseria de un sistema que no te permite apenas respirar, es loable.
Pero resulta que esta nueva historia, avalada por un tal Alejandro Cantón, quien dirige una corporación registrada con el nombre de Somos Cuba Entertainment Group Corporation (1), un ultra izquierdista que odia al exilio cubano, se ha dado a la tarea de traer a los veteranos peloteros que apenas pueden cargar el bate, para celebrar los 50 años de la creación de ese equipo de béisbol. Además, predominando una nostalgia unida al Síndrome de Estocolmo, los que supuestamente han desertado del equipo Cuba bajo la premisa de asilo político por persecución o el peligro de ir a la cárcel en caso de regresar, también se unen al pachangueo e intentan crear un equipo, no importa que hayan sido de Industriales, el problema es ir en contra de un status que se ganaron gracias a la Ley de Ajuste Cubano, la cual creo que de algún modo deberían revisar o eliminar para siempre.
Según el propio Alejandro Cantón en un programucho castrista de la radio miamense de una emisora de baja frecuencia, pagado por los muleros y agencieros de viajes a la isla, el entusiasmo es tal que hasta el Duke Hernández y su hermanito Liván han confirmado. El Duke, quien lloraba desde Bahamas cuando desertó porque lo tenían dando masajitos y sin poder jugar, y lo iban a devolver a Cuba, fue ayudado por la entonces Fundación Nacional Cubano Americana…, pero sigue importando el cash.
No olvido una vez en Radio Mambí, que me encontraba en el programa radial de Ninoska con cinco cubanos que habían llegado en balsas a América Central y luego pasando fronteras pidieron ayuda al Consejo por la Libertad de Cuba. En el momento en que Ninoska los entrevistaba, en la otra cabina entraba el Duke para grabar un promo comercial. Los cubanos querían saludarlo y entusiasmados le hacían señas por el cristal, el Duke apenas levanto la mano de forma desganada, viro su espalda y se fue. Un gesto tan grosero y altanero que dejo mucho que desear. Ya se había olvidado de sus llantos para que lo ayudaran a venir a los Estados Unidos… a ganar millones.
A Miami lo han penetrado hasta el tuétanos desde deportistas, artistas, ex generales, ex miembros del Minint y ex de todo. Ya es un desparpajo sin fin, y los medios están minados de “ex” que sólo miran hacia el lado izquierdo, intentando denigrar al exilio con sus changuitas y burlas, sus viajecitos de regreso a Cuba, a pesar de haber “desertado”, muchos de ellos cobrando cheques del Social Security, su seguro médico doble (Medicaid y Medicare) a pesar de no haber aportado una semana de trabajo en este país. Todo un logro castrista.
Como exiliada cubana que soy, me siento con todo el derecho de oponerme a este encuentro entre castristas y desertores. No vengan con el cuento de que la política y el deporte nada tienen que ver. Con Cuba, todo tiene que ver. Y supuestos desertores no pueden negar que esta implícita la política en ellos, pues fueron beneficiados por leyes políticas de esta nación para cubanos perseguidos.
Los hilos manejados por castristas dentro y fuera de Cuba se están moviendo para que a finales de julio se realice el encuentro de la nostalgia barata. Los exiliados no podemos permitir que vengan a nuestro patrio a burlarse cínicamente. Ni en un estadio que pagamos los contribuyentes, ni en ningún terreno escolar, ni en parte alguna de una ciudad llena de victimas de un sistema que ha generado por mas de medio siglo la represión mas violenta del hemisferio.
Juan Padilla, segunda base de Industriales y Javier Méndez, jardinero central, golpearon de manera brutal a Diego Armando Tintorero, un exiliado que bajó al terreno de béisbol en Baltimore en mayo de 1999 con un cartel, una acción que hubiera podido detenerse con un guardia de seguridad que lo sacara del lugar. Pero salieron los guapitos castristas a golpearlo, y luego en la mesa redonda en Cuba, Juan Padilla hablaba de su hazaña. Sí, el mismo Juan Padilla que con un fly a segunda le cayó un día la pelota en la frente por un juego vendido en 1992 contra el equipo de Santiago de Cuba. Tenia que seguir limpiando su imagen enlodada por las ganancias de un evento que en ocasiones empañaba el deporte cubano, pues a pesar de ser buenos jugadores, les pagaban una miseria de salario, unido a pequeñas prebendas que cualquier obrero simple puede tener trabajando decentemente en cualquier país libre.
Esperemos el desarrollo de este nuevo jugoso negocio de Alejandro Cantón y quien esta detrás de todo esto: el régimen castrista y la administración de Obama, quienes poco a poco intentan lavar el rostro ensangrentado de una nefasta y brutal tiranía que muchos llaman revolución. Por ahí nos veremos.
ilianacurra@yahoo.com
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