Hugo Chávez, no es ni remotamente, Rodrigo Díaz de Vivar, El Cid. Por Enrique de Armas.
Todo al parecer, producto de las incertidumbres de la salud el Sr Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lo que se está buscando es la creación del místico héroe después de la muerte, que cabalgue con su boina roja por todo Suramérica, así como el Cid de Burgos...
Como aquel legendario caballero castellano y cruzado católico, de la naciente España que llegó a ser tan terrible para sus enemigos, que sólo con su presencia era prácticamente una victoria. Así nos narra los "Cantares del Mio Cid", y otras literaturas.
Hoy, sin caballos que representa el poder, el Sr. Hugo Chávez y sus padrinos asesinos políticos, los Castro, quieren que de una vez muerto se auto profane el cadáver por orden del mismo Presidente Chávez antes de expirar.
Entre tantas especulaciones que han provocado los Castro y los Chavez-Maduro y compañía, de ese secreto místico, ésta es una de las posibilidades. Como hizo el Cid, se auto profanó él mismo su cuerpo antes de morir y sobre un caballo cabalgó y confundió al enemigo dando la victoria y además quedó en la historia de la humanidad.
La leyenda atribuye este hecho, al terror que se le tenía a este gran guerrero desde siempre.
Rodrigo Díaz de Vivar:
El Cid gobernaba la ciudad de Valencia, cuando está fue sitiada por tropas conducidas por el caudillo árabe Ben Yusuf.
Dícese que una mañana cuando subido a las almenas, desde ellas estudiaba el campo del enemigo que le sitiaba, una flecha perdida le atravesó y El Cid cayó herido de muerte, sabiendo de su tragedia, tuvo valor para indicar una estrategia, “El Cid” ordenó que embalsamaran su cuerpo y que muerto cabalgara sobre su caballo Babieca en la siguiente batalla.
Toda la noche sonaron los tambores moros, para animar a los combatientes, seguros de ganar sabiendo que el Cid había sido abatido. En el interior de las murallas sólo sus allegados conocían lo sucedido y se preguntaban qué podían hacer sin su señor.
Cuando amaneció, se abrieron las puertas de Valencia y por ellas salieron al galope todos los caballeros que habían en la ciudad, con el Cid a la cabeza, pues sus hombres le habían vestido, ceñido sus armas, y montado sobre su caballo, sus hombres recobraron el vigor y la esperanza de vencer...
Las tropas árabes, quedaron sorprendidos viendo al Cid montado en Babieca, cabalgando dispuesto a luchar cuando le creían muerto. El pánico cundió entre ellos, que huyeron. Así fue como el Cid Campeador había ganado su última batalla.
Este hecho ocurrió en Valencia en julio de 1099 cuando el Cid, aún no había cumplido los 56 años.
Chávez, no el el Cid, ni remotamente, no estamos en 1099, estamos en el 2013 y Chávez con 58 aún.
Será lo más ridículo y penoso que en este tiempo, a esta altura de la civilización humana, del hombre sapiens más sapiens, dé lugar a leyenda partiendo de una autoprofanación para un heroísmo y combate con enemigos que jamás lo enfrentó.
El mismo diseño de enemigo de los Castro bajo los mejores consejos de estos tiranos y asesinos de la isla de Cuba.
Veremos que sucede si llega el desenlace final de la vida del Sr Hugo Chávez, ya que no llega a la altura de Simón Bolivar, ni del argentino Ernesto Guevara, o de Augusto Cesar Sandino, por lo tanto, quizás, por la lejanía de tiempo, lo hagan el "Cid del bolivarismo".
Sea como sea, Venezuela se enfrentará a situaciones muy duras y confusas, tanto como que haya fallecido o que se mantenga fuera del poder por enfermedad.
Qué Dios sea con su Luz a todo el pueblo de Venezuela.
Corto de la película del Cid. 9 minutos (film 1961):
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