HISTORIA DE DOS MAFIAS: LA ROMANA Y LA CUBANA. Por Alfredo M. Cepero. Director de www.lanuevanacion.com Sígame en: http://twitter.com/@AlfredoCepero
En enero de este año publiqué un artículo en esta Nueva Nación bajo el título de "La Curia Romana y la Mafia Cubana". En aquel momento hice referencia al programado viaje del Papa Benedicto XVI a La Habana y dije: "Como Juan Pablo Segundo oficiará algunas misas en escenarios y condiciones cuidadosamente seleccionados y controlados por la tiranía. Como Juan Pablo Segundo hablará en términos genéricos y esotéricos a un público desesperado por el más mínimo vestigio de libertad y de oportunidades para mejorar su condición paupérrima. Como Juan Pablo Segundo posará para fotografías con el clan diabólico de los Castro. Y, como Juan Pablo Segundo, saldrá de Cuba con muy pocas concesiones para el bienestar de nuestro pueblo pero habiendo proporcionado a la tiranía la legitimidad que tanto necesita para aferrarse al poder".
Por su parte, algunos lectores, entre los que se encontraban incluso quienes compartían mi opinión y coincidían con mi vaticinio, me dijeron que se me había pasado la mano. Sin embargo, el viaje del Papa a Cuba y los acontecimientos de los últimos días no sólo me han dado la razón sino han demostrado que me quedé corto en el calificativo que utilicé para describir a los jerarcas que manejan en estos momentos los altos asuntos y negocios de El Vaticano. El arresto del mayordomo del Papa, Paolo Gabrielle, y las filtraciones publicadas en los periódicos italianos "La República", "La Stampa" y "Corriere della Sera" dan cuenta de una trama conspirativa tan fantástica como la descrita por Mario Puzo en su obra antológica de El Padrino.
Para descrédito de la Iglesia y dolor de los católicos devotos en todo el mundo la corrupción, las conspiraciones y la lucha por el poder en los más altos niveles de El Vaticano constituyen realidades bochornosas que superan en inmoralidad y maldad al relato de Puzo. De ahí el título de este artículo donde denuncio la mafia que hoy gobierna en El Vaticano y que ha demostrado estar en total contubernio con la mafia de La Habana. El Vito Corleone de Puzo era un hombre sin formación religiosa ni principios morales que, a base de engaño y de terror, construyó un imperio tenebroso sobre la miseria y los cadáveres de quienes le estorbaban en su camino al poder absoluto. Su conducta, aunque deleznable, tiene una explicación antropológica.
La del Secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Tarsicio Bertone, no tiene explicación ni excusa y, por ello, se ha hecho acreedor al desprecio de todos los católicos que defendemos el mensaje salvador y purificador de Jesucristo. En concordancia con la frase de Don Vito de "le voy a hacer una oferta que él no puede rechazar", El Vaticano debe mandarlo de nuncio a un paraje remoto donde no pueda hacer más daño a la hermosa historia de redención de dos milenios que comenzó con la inmolación del Hijo de Dios durante su residencia en la Tierra.
Para poner en contexto los acontecimientos nos parece oportuna una síntesis de las informaciones de la prensa internacional en las últimas dos semanas. Todo parece haber comenzado cuando el Arzobispo Carlo María Viganó, quién ocupaba el cargo de Secretario General del Gobernatorato, envió una carta al Papa denunciando la corrupción en la administración del Estado Vaticano. Bertone reaccionó tratando de destituirlo y, el Papa, en vez de enfrentarse a Bertone, decidió nombrar a Viganó en el cargo de Nuncio Apostólico en Washington. Según las fuentes anónimas vaticanas que han filtrado información a la prensa este fue el detonador que los motivó a defender al Papa de las maquinaciones de Bertone dando a la publicidad detalles de sus manejos turbios.
Estas mismas fuentes dijeron a la prensa: "Paoletto (Paolo Gabrielle) no está solo. Somos muchos, incluso muy arriba, quienes queremos defender al Papa". Por su parte, el vocero de El Vaticano, Federico Lombardi, manifestó: "No hay ningún cardenal bajo investigación ni italiano ni extranjero". Negó asimismo que la destitución de Ettore Gotti Tedeschi, quién se encontraba en proceso de limpiar procedimientos de corrupción en el Banco Vaticano, pudiera estar relacionada con las filtraciones de los últimos días. Por otra parte, quienes conocen de cerca los procedimientos de la curia romana dijeron que Paolo Gabrielle no tenía acceso a los documentos revelados, que fue sencillamente un mensajero de funcionarios a niveles más altos y que se ha convertido en chivo expiatorio. En este sentido, el teólogo Vito Mancuso declaró: "Estos documentos son balas contra Bertone, lo quieren hundir, un pedido de renuncia".
Pero aquí no termina la trama de una conspiración siniestra que pudo haber contemplado incluso la eliminación física del Papa. Gracias a las revelaciones se pudo conocer el texto de una carta dirigida a Benedicto XVI por el Cardenal Colombiano Darío Castrillón Hoyos. En la misma, el Cardenal Castrillón hacía referencia a un viaje a China Comunista del Cardenal Paolo Romeo, donde el prelado comentó:"El Papa morirá en 12 meses". El Cardenal Romeo es al mismo tiempo Arzobispo de Palermo, capital de la isla de Sicilia cuyo reclamo a la notoriedad es ser cuna de la mafia internacional. Quizás queriendo cerrar este penoso capítulo y como expresión de su profundo pesar, en su reciente mensaje de Pentecostés Benedicto XVI dijo: "El serpentear de la desconfianza, la sospecha y el temor recíproco entre los hombres, hasta el punto de convertirse en peligrosos el uno para el otro". Más claro ni el agua.
Por desgracia esta no es la primera vez que alguno de los 265 papas que han ocupado el trono de San Pedro ha sido actor o víctima de la intriga, de la violencia o de la traición. En el año 1,200, Benedetto Caetani obligó a Celestino V a abdicar para convertirse él en Bonifacio VIII. En medio del Renacimiento, Rodrigo Borgia se convirtió en Alejandro VI comprando a 17 de los 22 cardenales con el poder para elegirlo. Su papado fue escenario de corrupción, escándalos sexuales, hijos bastardos, asesinatos y terribles actos de venganza dentro de los muros de El Vaticano. Casos similares fueron los de los papas Juan XII y León X.
Para los cubanos, lo que ha pasado en Roma explica en gran medida la futilidad de los peregrinajes papales a Cuba y el estrecho nexo entre la iglesia y la tiranía. Entre Ortega Alamino y Raúl Castro. El primero es el "cappo" que Tarsicio Bertone, "cappo de tuti capi" en Roma, ha designado para negociar con Raúl, el "cappo" designado por el "cappo de tuti capi" en Cuba, Fidel Castro. El objetivo es preservar privilegios y repartirse el botín de su plantación cubana que es operada sobre las espaldas de un pueblo esclavizado, miserable, hambriento y aterrorizado. El mismo pueblo descrito como ignorante por Ortega Alamino en sus insidiosas declaraciones en la Universidad de Harvard. El mismo pueblo del que son parte integral los 13 valientes que se refugiaron en la Iglesia de la Caridad en La Habana durante la visita del Papa y que Jaime pidió a su amigo Raúl que los desalojara de la Casa de Dios. Casa que debió haber sido refugio de los perseguidos y no cámara de represión donde fueron atropellados por los esbirros de la seguridad del estado.
Por fortuna, el terremoto desatado por el reciente escándalo en El Vaticano podría tener sus réplicas en La Habana. Todo indica que los días de Tarsicio Bertone como gran arquitecto de la política vaticana están contados, incluyendo desde luego su agenda cubana. Como consecuencia, Ortega Alamino se quedara sin su padrino romano y, con ello, perderá gran parte de su influencia sobre el resto de la jerarquía católica en la isla.
La primera grieta se hizo visible la semana pasada cuando un comunicado oficial en defensa del cardenal sin honor contó solamente con la firma de los seis miembros del Consejo Episcopal de La Habana. Ausentes estuvieron las firmas de los demás miembros del episcopado cubano que, como el Arzobispo Dionisio García, se muestran solidarios con las aspiraciones de libertad del pueblo cubano.
Es lástima que no hayan podido incluir la firma del repulsivo Ricardo Alarcón cuya vehemente defensa de Ortega frente a los ataques de la oposición otorga actualidad a la variante de un viejo refrán que, en este caso, podría rezar: "dime quién te defiende y te diré quién eres".
Los verdaderos pastores de la grey cubana como Dionisio García y otros de menos notoriedad pero igualmente patriotas tendrán sobre sus hombros la labor de liderar una institución que será un instrumento de suma importancia en la reconstrucción de nuestros valores morales, sin los cuales no habrá nación cubana.
A nosotros los laicos nos corresponde la tarea que ellos no pueden hacer a causa de su voto de obediencia a la Santa Sede. Tenemos que actuar con dignidad y coraje. Entender que la iglesia cubana no será salvada por aquellos que, por indecisión o religiosidad mal entendida, cierran los ojos ante los corruptos sino por quienes denuncian la maldad venga de donde venga. Trabajar por la Iglesia que Jesucristo no se limitó a describir con su verbo arrullador y compasivo, sino que consolidó con su ejemplo viril y justiciero cuando echo a latigazos a los mercaderes del templo.
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