"Así es que se toca el Tres": Fotorreportaje de Willy Chirino en La Princesa, España. Por Luife Galeano / José Armando Rodríguez (fotos).
Quién le hubiese dicho a aquel muchacho de Consolación que una de sus mayores virtudes sería la de consolar a los necesitados. Sencillo, sin manifestaciones histriónicas; pasando casi de puntillas, sin convocar a la prensa ni lucirse ante los políticos de turno, Willy nos ofreció el concierto más hermoso de cuantos he asistido. Un concierto curioso, de una sola canción y miles de emociones, de tantas codas cariñosas y cálidos pizzicatos; de pocos músicos y de una sonoridad que acompañó la lluvia de Perseidas anunciada para la noche de este jueves 12 de agosto. Unas “lágrimas de estrellas” que viajaron hasta los confines de la isla para recordar, a los que esperan la Libertad, que su tiempo está próximo.
Una velada mágica en la que todos fuimos protagonistas; en la que acompañamos a los presos políticos recién deportados y admiramos a sus damas de blanco. Las auténticas mujeres de Cuba, las madres y esposas que garantizarán nuestro futuro trayendo al mundo las futuras generaciones que nos harán grandes otra vez. Hay material humano válido en Cuba. Tanto, que los esbirros los deportan para que comiencen su vida de extranjeros; en humildes lugares de alojamiento. Pero lo que desconoce el gobierno castrista es que mientras más los deporte, mientras más los aleje de nuestra tierra, los hará más fuertes y lucharán con más ímpetu no sólo para recuperar la Libertad sino para darle prestigio y relevancia a los que ahora recogen el machete que les quitaron de las manos para continuar la lucha opositora pacífica y democrática; esa que los Castro jamás podrán vencer. Y Willy Chirino estuvo con ellos; interesándose por saber cómo podría ayudarles mejor; qué cuestiones, en opinión de estos cubanos, son las claves para hacer la lucha opositora más efectiva.
Y pasó lo que tenía que pasar. El hermano Manuel Ubals González trajo su guitarra para que el cantante nos recordara que la cosa ‘ya viene llegando’; momento en el que los más nostálgicos reprimimos las lágrimas y desafinamos acompañando a Willy en ese coro que hace que el pueblo viva ilusionado.
A continuación fue Ubals el que calentó motores ofreciéndonos a todos una de sus composiciones hechas en presidio y que escuchamos con gusto y admiración; tanta que, mucho me temo, Willy —que dice estar preparando algo con estas cosas— capaz es que haya pensado en incorporarla en alguna próxima actividad. ¡Qué buena noticia sería esa!
Así transcurrió la velada, entre abrazos y descargas, intentando bajar el tono político y recordándole a todo el mundo que no se debe desmantelar la Posición Común; que, ahora, en las horas bajas del terror antillano, es cuando más falta hace para erradicar el mal que nos quita la felicidad. Willy debe haber marchado a casa convencido del todo de dos grandes verdades: La primera, que los luchadores por la Libertad de Cuba están hechos de una resina especial que ni se rompe ni desgaja. La segunda, que todos ellos viven por sus canciones. Da sana envidia ver cómo Chirino se ha ganado el cariño de la gente. Lo da su porte, la atención que prestó en todo momento, sin un mal gesto, sin prisas, como si fuese a quedarse relocalizado en el Hotel de La Princesa aquí en Móstoles. Para muestra les ofrezco un botón:
Y así pasamos el día. ‘Pese a la distancia y al ataque del almanaque’, viviendo con la suerte de sentirnos ‘cubanos hasta la muerte y ser amantes de la Libertad’. Así lo vivimos todos. Así lo vivió Willy Chirino. Muchas gracias, maestro.
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